¡TODO EL MUNDO A DIETA!Sobre las dietas de adelgazamiento gravitan muchos tópicos y falsas creencias que no conviene seguir engordando. Estar delgado en nuestros días es un imperativo estético al que cuesta resistirse. Pero hay una norma básica que hay que seguir si se desea adelgazar, que sean dietas rigurosas. | |
Mil y una dietas salen al paso,
pero ninguna satisface el sueño dorado de adelgazar sin esfuerzo. Muchos son los
mitos y tópicos que se han creado en torno a las dietas. Dietas absurdas, que maltratan el cuerpo o ideas carentes de rigor científico, la variedad es infinita. Alrededor los regímenes de adelgazamiento se congregan muchas falsas creencias. TÓPICOS DIETÉTICOS Grasa selectiva El primero de todos es creer que se puede reducir grasa de una forma selectiva, algo un poco complicado a no ser qe sea a base de ejercicio. Adelgazante azucar moreno No es cierto que el azúcar moreno engorda menos que el blanco. Ambos tienen las mismas calorías, pero el primero goza de unas propiedades dietéticas muy superiores, ya que los principios activos que contiene la caña de azúcar se eliminan durante el proceso de refinación y blanqueo. Algo similar pasa con el pan integral y su alto contenido en fibra, así como con las harinas blanqueadas. Desayuno ligero También es falso que el desayuno deba ser ligero, las calorías ingeridas en las primeras horas del día se metabolizan con mucha rapidez. Problemas con la fruta Es extendida creencia de que ni que la fruta hay que tomarla de postre. Esto es cierto en parte, las vitaminas de la fruta se asimilan mejor con el estómago vacío, mientras que tras la comida pueden generar malas digestiones, flatulencias y acidez. Lo ideal es ingerirlas entre horas o treinta minutos antes de sentarse a la mesa. Pero siempre hay que comerla. Dietas destructivas Todas las dietas tienen una estrategia común: reducir calorías con respecto a las necesidades de nuestro organismo. Esta reducción tiene que ser progresiva y en cualquier caso no hay que ingerir menos de 1000 calorías diarias. Las disminuciones rápidas de peso no son eficaces ni aconsejables porque suelen ser pasajeras y pueden provocar importantes secuelas. Perder los kilos de más sin arruinar la salud implica apostar por una alimentación equilibrada donde estén presentes todos los nutrientes básicos. El ejercicio físico, que acelera la combustión de calorías y evita la flaccidez de los músculos y la piel, será el mejor aliado. Seguir un régimen altera el carácter (mal humor, desgana, sensación de debilidad, depresión...) y los estados depresivos son la única contraindicación a la hora de bajar peso. Un recorte brusco de la cantidad de comida puede acarrear problemas psicológicos. Consejos saludables Es preferible hacer a la plancha o cocinar a la parrilla los alimentos, comer de una forma gradual y elegir alimentos ricos en fibra, que llenan más y ayudan al drenaje de residuos. Durante la dieta y como hábito saludable se aconseja comer despacio. La sensación de saciedad aumenta y los nutrientes se digieren mejor tras una correcta masticación. Los azúcares de la fruta y la miel constituyen una importante fuente de energía que y su inclusión permite excluir otros manjares repletos de almidones y grasas. También conviene beber mucha agua entre horas, así como en infusiones y caldos de verdura. Acompañar la comida con agua resta fuerza a los jugos gástricos y dificulta la digestión. |
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